jueves, 19 de enero de 2017

Inteligencia Artificial, ¿amenaza u oportunidad?

  1. Ningún robot causará daño a un ser humano o permitirá, con su inacción, que un ser humano resulte dañado.
  2. Todo robot obedecerá las órdenes recibidas de los seres humanos, excepto cuando esas órdenes puedan entrar en contradicción con la primera ley.
  3. Todo robot debe proteger su propia existencia, siempre y cuando esta protección no entre en contradicción con la primera o la segunda ley.
(Isaac Asimov, Runaround, 1942)



En los mundos ficticios de Asimov, existen leyes que dominan a la robótica y por lo tanto también a la IA -inteligencia artificial. Estas leyes fueron creadas con la idea de que los robots y todos los derivados de estos no pudieran lastimar a los seres humanos. Podríamos decir entonces, que el fin de la inteligencia artificial no es otro que ayudar y facilitar la vida de las personas. 
Pero los mundos ficticios de este autor no son los únicos, encontramos diversos mundos ficticios también plasmados en películas, donde los robots y la inteligencia artificial intentan facilitar la vida de las personas; en la película Passegers, podemos ver como todos los servicios, de ocio, restauración y asistencia son llevados a cabos por robots, en Her, conocemos a la inteligencia artificial como un acompañante de vida que intenta ser "amigo" y asistente. 

Si seguimos estas corrientes futuristas podríamos llegar a pensar que la inteligencia artificial a largo plazo podría suponer una mejora en la vida de todas las personas, ya que estas podrían prescindir de hacer muchas actividades y dedicarse a la vida de ocio, los placeres de la vida y todo aquello que suponga un bien para ellos. Pero ¿sería esta utopía posible?, teniendo en cuenta que en el sistema capitalista actual en el que vivimos todos servicios tienen un coste y la finalidad de estos siempre es meramente económica, podríamos llegar a pensar que un futuro en el que la inteligencia artificial fuera un mecanismo de mejora de la vida es impensable. 
Podríamos incluso cuestionarnos si a largo plazo, estos robots nos aportarían igualdad o sería otra forma de legitimar las desigualdades sociales ya existentes, entendiendo que sólo aquella parte que pudiera pagar estos servicios tendría acceso a una vida de mejor calidad. También podíamos pensar en algo presente; los grandes jefes se aprovechan de esta nueva tecnología para prescindir de sueldos -personas-, y poder mejorar y aumentar la producción y los beneficios de sus productos. Esta ideología capitalista y competidora podría provocar en las personas brechas sociales e ideológicas de quienes apuestan por la tecnología y quienes rechazan sus beneficios

Con todo este contexto y estas nuevas ideas de superproducción, sería bueno seguir en otra dirección por la que muchos científicos apuestan: una generación de robots e inteligencia artificial que más allá de tener una finalidad productiva, tuvieran una finalidad social en la que todo ser humano pudiera contar con la ayuda de estos pudiendo llevar una vida plena, en la que el ser humano no fuera un simple objeto que dedicarse al placer. Cynthia Beazeal en su ponencia "El crecimiento de los robtos personasles" apuesta por ellos y nos acerca a la idea de cómo sería esta realidad.




¿Podríamos apostar por un futuro en el que las personas siguieran siendo protagonistas de sus vidas y los robots fueran acompañantes y agilizadores de esta?
¿Llegarán a ser los robots amigos y no una amenaza?


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