domingo, 20 de noviembre de 2016

Siria, la cruel realidad de un día a día deshumanizado

La República Árabe Siria es un país de Oriente Próximo, situado en la zona oriental mediterránea (uno de sus límites geográficos al oeste); sus límites territoriales están en las fronteras con Turquía al norte, al este con Iraq, al sur con Jordania y al oeste con Líbano e Israel.

Según los datos publicados por el Gobierno de España en su web a través del Ministerio de Exteriores a fecha de julio de 2016 (http://www.exteriores.gob.es/documents/fichaspais/siria_ficha%20pais.pdf),tiene una superficie de 185.180 kilómetros cuadrados y una población de en torno a 21,2 millones de habitantes según los cálculos de la Comisión Europea, si bien otras fuentes elevan su número a 22,9 millones. Sus ciudades más importantes son Damasco, su capital, con unos 4 millones de habitantes; Alepo con 3,5 millones; Homs con 1,4 millones; o Hama, con algo menos del millón de habitantes.

Su idioma oficial es el árabe aunque en determinadas zonas del país (norte y nordeste) se habla el kurdo o el turco (este), así como el armenio principalmente en Alepo. En cuento a las religiones practicadas por su población, el 72% son sunitas, el 14& alauitas, un 12% cristianos, y un 2% corresponde a minorías drusas y chiitas.

Su gobierno es una república presidencialista, y el país está dividido administrativamente en 14 distritos. Como principales indicadores sociales destacamos los siguientes:

- Densidad de población (hab. por km2): 118.3 (2009)
- Renta per cápita: 4.295 dólares
- Esperanza de vida V/H (2011): 77.1/73.1
- Crecimiento de la población %: 1,7 IDH (valor numérico/nº orden mundial) (2011): 0,632/ 119
- Tasa natalidad (2011): 23.9/1000
- Tasa fertilidad (2011): 2,9/mujer

En cuanto a su situación política, lo más destacado para situarnos en la realidad de Siria en estos momentos, comienza con la llegada a la presidencia de Bashar el Assad en julio de 2000, con una serie de promesas y reformas políticas y democráticas; tal vez comenzamos a prestar atenci´çon a este país a raíz de la represión con motivo de la “Primavera de Damasco”, entre julio de 2000 y febrero de 2001, si bien produjo algunos efectos como el inicio de un proceso de  liberalización económica.

En 2011 comienza una profunda crisis política, social y económica, que propicia un movimiento de protesta que rápidamente se extiende por todo el país, si bien la represión del gobierno es dura, brutal, con miles y miles de víctimas. Ante esta violencia oficial, se produce una respuesta también violenta, armada, por parte de la oposición al régimen de Bashar el Assad.

Ante la represión oficial ejercida contra los propios habitantes de su país, Siria fue suspendida como miembro de la Liga Árabe en 2012, y si bien desde entonces se producen intentos políticos desde el exterior (envío de misiones de observadores de la Liga Árabe y posteriormente de Naciones Unidas) de Siria para finalizar con la violencia, no es posible encontrar una solución que lo logre.

Se trata de un conflicto arraigado en el tiempo, que hoy por hoy perdura y nos muestra constantemente la barbarie ejercida contra la población y sus bienes, con casos que superan lo dramático, como es e caso de la ciudad de Alepo, prácticamente derruida por las acciones militares, y con una población diezmada y cruelmente masacrada hasta límites insospechados.

Todo este conflicto ha producido un éxodo masivo de personas que han huido y que se han trasladado a los países limítrofes en un flujo permanente. Se trata de una guerra civil abierta en la que se han aliado diferentes intereses y fuerzas (combatientes extranjeros en ambos bandos, caso de los jihadistas por un lado y fuerzas iraníes, iraquíes y de Hezbollah, por el otro) y en la que prevalecen las disputas entre las distintas confesiones religiosas presentes Siria.

El gobierno sirio cuenta en esta guerra civil con el apoyo de Rusia, la República Islámica de Irán y la organización libanesa Hezbolá, quienes defienden que las manifestaciones y primeras revueltas armadas fueron organizadas y financiadas por países occidentales; igualmente culpan a  algunos grupos yihadistas de fomentar la caída del gobierno y controlar el país. Frente a ellos, la oposición siria al régimen de Bashar el Assad, cuenta con el apoyo de Estados Unidos, Turquía, Arabia Saudí y otros países aliados de occidente.

Un efecto de esta contienda es que en la mayor parte de las zonas del país donde el gobierno ha perdido el control, diferentes grupos rebeldes islamistas como el EI (Estado Islámico) y Al Nusra, han instaurado un “califato” que se fundamenta en el radicalismo bajo los preceptos de principios islamistas bajo su interpretación interesada.

Se trata en realidad, de toda una serie de intereses y de rencillas sectarias que están destruyendo el país y lo que es enormemente peor, acabando con la vida de miles y miles de personas que se ven envueltas en una contienda interesada, y que son víctimas en esencia del choque entre sectas y grupos terroristas, bajo la indefensión de su gobierno, y por extensión, de la comunidad internacional, que está prestando soporte bélico a los dos bandos en conflicto, pero que no responde de forma decidida y contundente para finalizar esta situación.

La comunidad internacional intenta propiciar un cambio político, una transición que aporte estabilidad a Siria, pero por el momento, y atendiendo a la realidad, cruel y asesina, en el día a día de este país, todo apunta a que todavía harán falta muchas más víctimas hasta que se solucione esta situación, si es que es posible, o mejor dicho, si es que realmente interesa a los poderes económicos y políticos internacionales.

Hablamos de un país con larga trayectoria de inestabilidades políticas, represiones cruentas, situación de estado de emergencia, y golpes de estado tras la salida de país de Francia y la constatación de la independencia siria en 1945. Pero su presente supera toda su historia, con cientos de miles de víctimas de esta contienda, y la huida masiva de millones de personas que buscan opciones de vida en condiciones realmente infrahumanas.

Los crímenes de guerra y las constantes violaciones a los derechos humanos se suceden sin freno, control, ni intención de acabar con ello.

Hemos consultado datos del país en Wikipedia:


Y para intentar comprender mejor la situación, podemos buscar información en numerosos artículos como por ejemplo:



Si bien siempre queda la duda de los intereses que nos quieren trasladar a través de los medios de comunicación, redes sociales, o el conjunto de la web, y que nos alejan tal vez de una realidad mucho más cruel y desalmada de lo que suponemos.

¿Se puede llegar a entender la razón de esta situación? Sí, sin duda alguna. 
Claramente obedece a intereses políticos y económicos, acompañados por ese maquillaje que suponen los "intereses religiosos" que en realidad esconden igualmente intereses económicos y políticos. Podríamos concretarlo en una necesidad de muchas partes, a las que no les importa el sufrimiento de las personas o acabar con centenares de miles de vidas: PODER.

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