sábado, 26 de noviembre de 2016

"Luchar por una utopía, es en parte construirla"

En el día en que nos enteramos de la muerte de Fidel Casto, 90 años de vida, y la mayoría de ellos dedicados a la gobernanza de Cuba, con sus luces y sombras ha transitando la Historia de diferentes épocas y cambios de décadas. 
Eduardo Galeano escritor referente latonoamericano, le dedicaba unos párragos en su libro "Espejos, una historia casi universal" tutilando "Fidel", y decía:
"Sus enemigos dicen que fue rey sin corona y que confundía la unidad con la unanimidad.
Y en eso sus enemigos tienen razón.
Sus enemigos dicen que si Napoleón hubiera tenido un diario como el «Granma», ningún francés se habría enterado del desastre de Waterloo.
Y en eso sus enemigos tienen razón.
Sus enemigos dicen que ejerció el poder hablando mucho y escuchando poco, porque estaba más acostumbrado a los ecos que a las voces.
Y en eso sus enemigos tienen razón.
Pero sus enemigos no dicen que no fue por posar para la Historia que puso el pecho a las balas cuando vino la invasión, que enfrentó a los huracanes de igual a igual, de huracán a huracán, que sobrevivió a seiscientos treinta y siete atentados, que su contagiosa energía fue decisiva para convertir una colonia en patria y que no fue por hechizo de Mandinga ni por milagro de Dios que esa nueva patria pudo sobrevivir a diez presidentes de los Estados Unidos, que tenían puesta la servilleta para almorzarla con cuchillo y tenedor.
Y sus enemigos no dicen que Cuba es un raro país que no compite en la Copa Mundial del Felpudo.
Y no dicen que esta revolución, crecida en el castigo, es lo que pudo ser y no lo que quiso ser. Ni dicen que en gran medida el muro entre el deseo y la realidad fue haciéndose más alto y más ancho gracias al bloqueo imperial, que ahogó el desarrollo de una democracia a la cubana, obligó a la militarización de la sociedad y otorgó a la burocracia, que para cada solución tiene un problema, las coartadas que necesita para justificarse y perpetuarse.
Y no dicen que a pesar de todos los pesares, a pesar de las agresiones de afuera y de las arbitrariedades de adentro, esta isla sufrida pero porfiadamente alegre ha generado la sociedad latinoamericana menos injusta.
Y sus enemigos no dicen que esa hazaña fue obra del sacrificio de su pueblo, pero también fue obra de la tozuda voluntad y el anticuado sentido del honor de este caballero que siempre se batió por los perdedores, como aquel famoso colega suyo de los campos de Castilla."
Pero sí unos líneas reflejan el sentido que de las revoluciones, son las que el propio Fidel Castro le dedica a la "Utopía":

"Toda revolución tiene sueños y esperanzas de grandes realizaciones (...) a ningún ser humano, se le puede exigir que renuncie a sus ideales, que renincie a sus esperanzas, que renuncie a sus sueños, ni las armas nucleares lo podrían lograr.

No tenemos otra alternativa que soñar, seguir soñando y soñar además que otro mundo mejor tiene que ser realidad, y será realidad si luchamos por él. Porque luchar por una utopía, es en parte construirla."

¿Cuáles son nuestras utopías?, ¿a qué aspiramos?, ¿cuál es la función de la Educación Social en ello?


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